Al llegar a Portoferraio, el ferry bordea uno de los tramos más salvajes y accidentados de la isla, desde Cavo hasta la bahía, pasando por Cala Mandriola y Cala dell’Inferno. Entre las puntas de Nisporto y Nisportino, se puede ver una villa rosa, que domina la cala como una verdadera fortaleza.
Esta residencia, construida durante los años de la Dolce Vita romana por importantes directores de cine, es un oasis de privacidad. Se levanta sobre los restos de un antiguo horno de cal, y en algunos lugares todavía se pueden ver las paredes originales. Desde los balcones y las terrazas comunes, se puede admirar una espléndida vista del mar. Ubicada en uno de los tramos de costa menos artificiales y menos influenciados por el turismo, la propiedad está enmarcada por la prístina vegetación del matorral mediterráneo del Parque Nacional del Archipiélago Toscano.
La residencia consta de 9 apartamentos (estudios, de un dormitorio y de tres dormitorios), todos decorados en estilo náutico. Distribuidos en diferentes niveles, cada apartamento tiene su propia entrada y un balcón o porche equipado con mesa y sillas para disfrutar de la vista al mar. Los apartamentos son cómodos y acogedores, con cocinas equipadas, aire acondicionado y televisión.
Dos amplias zonas de aparcamiento permiten a los huéspedes dejar el coche dentro de la propiedad, con acceso peatonal a la residencia a través de una escalera. Los amantes del snorkel y el buceo encontrarán fondos marinos espectaculares justo en frente de la residencia, mientras que los amantes del senderismo pueden explorar una multitud de senderos que se ramifican en los alrededores.
A solo 300 metros se encuentra la playa de Nisporto, bien equipada y de fácil acceso, donde hay un pequeño supermercado, un bar y un restaurante.