Casa en la Costa Brava, España, 507 m²

Descubre esta magnífica residencia ubicada en la prestigiosa zona de Cala Sant Francesc de Blanes, en un lugar idílico donde el lujo y la naturaleza se fusionan brindándote una experiencia de vida única.

Desde el momento en que cruzas el umbral, quedarás encantado con la impresionante vista al mar que se abre desde todos los rincones de la casa gracias a los grandes ventanales que llenan el espacio de luz natural y combinan el interior con el pintoresco entorno costero.

En la planta baja se encuentra un elegante salón-comedor. Habitación con cocina americana: el corazón de la casa, creado para momentos inolvidables con familiares y amigos. Una chimenea moderna agrega comodidad y sofisticación. Además, el segundo salón, amplio y luminoso, es un lugar ideal para relajarse, donde disfrutar de la tranquilidad de esta casa.

La casa cuenta con cuatro dormitorios, diseñados de forma que se garantice el máximo confort. El dormitorio principal destaca por su walk-in closet y detalles exclusivos. El resto de dormitorios, igualmente exquisitos, tienen acceso a una gran terraza con vistas panorámicas al mar Mediterráneo, lo que crea una atmósfera de paz y serenidad.

Cada detalle en esta casa está pensado para su comodidad. Un ascensor conecta todas las plantas, proporcionando un cómodo acceso a todas las habitaciones, y el garaje para dos coches cuenta con impresionantes ventanas con vistas al mar.

El exterior de la casa es un verdadero paraíso. La piscina, rodeada de exuberante vegetación, invita a disfrutar de momentos de relax bajo el sol, y el cuidado jardín añade frescura y privacidad. Este espacio abierto es el lugar perfecto para escapar del ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana y reconectarse con la naturaleza.

La casa también cuenta con un cómodo lavadero y los acabados de alta calidad reflejan un estilo de vida exclusivo.

Situada en una de las zonas más cotizadas de la Costa Brava, Cala Sant Francesc ofrece un ambiente relajado y exclusivo. Con aguas cristalinas, rodeada de pinos y una comunidad que garantiza privacidad y seguridad, este enclave es una auténtica joya de Blanes. La proximidad al centro de la ciudad con sus numerosos restaurantes y eventos culturales añade comodidad sin sacrificar el encanto de vivir en un oasis tranquilo.